¿Qué es un maestro sheripiari?
Dentro del shamanismo Ashaninka el regulador de los ciclos dentro de la tribu es el Sheripari.
Para aprender a ser sheripiari, un hombre o mujer debe ser enseñado por un sheripiari viejo y experto. Su entrenamiento puede ser desde los seis meses y hasta años, debiendo mantenerse en dieta, es decir privarse de algunos alimentos como carne, bebidas alcohólicas, ají, etc, y las relaciones sexuales. Debe ingerir una dieta chamanika, que consta en comer alimentos vegetales, yuca, plátano sancochado y pescado sin dientes, como el boquichico.
El sheripiari instructor dará a chupar pasta de tabaco al aprendiz produciéndole visiones y así por mucho tiempo, el joven para asumir esta responsabilidad debe estar completamente decidido. Cuando se vea en su vuelo a sí mismo convertido en tigre uniéndose al espíritu femenino del tabaco en forma de una mujer se habrá convertido en sheripiari formando pareja con dicho espíritu y teniendo la capacidad de recorrer el bosque convertido en tigre.
Este proceso transforma al nuevo sheripiari procurándole una dimensión natural y convirtiéndole en un intermediario entre el ámbito de lo social y cultural, el grupo y los poderes fuera de esta.
A este sheripiari – especialista ritual, se le atribuirá entonces el acceso a niveles y aspectos de la realidad no percibidos por el común de los individuos, siendo capaz a través del trance, de visitar a los espíritus que habitan en el mundo de la naturaleza, o a los padres de los animales en las cuevas de las alturas de los cerros manteniendo especiales relaciones con los espíritus femeninos de determinadas plantas maestras y cultivadas culturalmente.
Los Ashaninka, como ya hemos visto, son muy cuidadosos en la conservación de los grupos de animales en las diferentes zonas del bosque, alternando la explotación de las zonas de caza.
El retiro de los animales a otras zonas es por la caza muy intensa y es interpretado como resultado del enojo del dueño de la especie afectada, en principio envía a los hombres los animales para que les sirva de alimentos.
En estos casos el sheripiari actúa a través del trance logrado, al ingerir el sumo del tabaco (sheri), identificar al cazador que ha cometido la infracción, reparando ritualmente el daño, restableciendo el equilibrio y su conducta a la norma social transportándose con el cazador en cuestión a la morada del dueño de los animales para pedirle disculpas y obtener el envío de nuevos animales. Sobre el cazador pesa la amenaza de ser convertido en un animal pasible de ser cazado por los miembros del nampitzi, si vuelve infringir las reglas.